El trauma sorprende al paciente y lo puede incapacitar durante lapsos prolongados. Sin duda la prevención es esencial. Sin embargo, si llega a suceder una fractura es de suma importancia inmovilizar al paciente, la extremidad o el sitio afectado para no ocasionar más daño a los tejidos.

Una vez que el paciente se encuentra en urgencias e inmovilizado se puede obtener una historia clínica, la exploración, radiografías, tomografia computada para conocer el daño sostenido.

Los tratamientos conservadores con reducción en las fracturas tratan de mantener en una adecuada posición los extremos de la fractura para que consoliden con ayuda de moldes de yeso, fibra de vidrio o poliéster en moldes cerrados o férulas. Esto tiene el inconveniente de limitar el movimiento de la articulación superior e inferior al sitio de la fractura llevando consigo rigidez articular, osteopenia por desuso y atrofia de los tejidos incluido el muscular.

Actualmente y dependiendo del tipo de fractura, su localización, estabilidad, vascularidad, y estado de las partes blandas se puede realizar tratamiento quirúrgico. El tratamiento quirúrgico esta indicado en fracturas articulares, con desplazamiento, angulación, acortamiento, multifragmentación, exposición ósea y fracturas con lesión vascular o nerviosa.

Lo que busca el tratamiento quirúrgico es mantener los extremos de la fractura con mínimo movimiento, sin afectar su aporte sanguíneo, y permitir la movilización temprana de las articulaciones, para una recuperación más rápida y con menos complicaciones que con los tratamientos clásicos.

Foto de fractura de radio, reconstrucción con tomografia computada y resultado de osteosintesis, movilidad a las 3 semanas.